martes, 15 de abril de 2008

play it again ron

Nunca fue dicho a Sam que tocara nuevamente una cancion, en realidad todo ha sido una parodia de los hermanos Marx y eso si paso a la historia.   Nunca le dije que tocara de nuevo a Ron pero el continuo como si lo hubiera hecho.

Demas esta aclarar la ignorancia de mi persona sobre su curriculum, siquiera quien fuera, pero el tipo se presento en el escenario con la paciencia y sus canas encima del bajo, contra bajo para los del sur, como un amateur mas.

He resuelto que las entradas de New York vendran randomizadas, esto es, de forma aleatoria acorde a como me vaya acordando de los eventos, que no fueron pocos. Por un breve lapso supuse la secuencia de ingresos similar a una cronologia diacronica que continuara y siguiera el cortejo de los acontecimientos.  Pues bueno, nada de eso sera.

Comenzo sonando una guitarra, suerte de banjo.  Acordes agudos, acelerados por una mano virtuosa, las mesas llenas, un plato de pasta frente a mi, una ensalada oportuna y una cerveza de buen cuerpo acompanando la ocasion.   Una suspension de ultimo momento quizo fuera casi la noche de despedida tal y como no lo habia pensado, tal y como hubiera deseado que ocurriese.  Cada uno mostrando un poco de lo suyo y abriendose la confianza sobre el paso de las posturas.

Esta pieza esta dedicada al quince de abril dijo Ron, que para entonces solo era el mas veterano del duet.   No tan grande como lo habia imaginado, ni mucho menos lujoso, la anecdota residia en mi ignominia del sitio habiendo estado unas horas antes alli, en esa misma esquina, mirando como jugaban handball y basquetball de manera cinematografica.

La nota azul, triste, del cielo, gerundio de una sonrisa permanente sacada a empujones por los ejecutantes de una performance maravillosa.  Distraidos de todo ruido, las meseras delante, el tropezon del pendejo, los compases siguieron su curso sin necesidad de miradas.  Eso fue lo que mas me impacto, la ausencia de marchas entre ambos, sin senales, sin espejos, solo el sonido y no mas.

Blue Note para quien no lo conozca, el sitio de jazz mas reconocido del York, la gran esfera rodando entre lentejuelas espejadas mostrando un neon con las torres gemelas, estetica de los ochenta acabada por un presentador no menos cliche, acaso importa, ladies and gentleman, estaba ahi, no se si soy claro, el tipo del contra bajo toco con Miles Davis, con Miles, solo por decirlo me da escalofrios.

Toda la escucha de Boby en mi etapa adolescente se me vino encima sin precipitar ruina alguna, todo lo contrario, solo quise terminar el plato para no ser irrespetuoso y procurar seguir con la mirada el movimiento de sus dedos, los de ambos, el del clasico y contemporaneo, el mas joven rindiendo pleitesia junto a el, Ron Carter.  Si realmente lo conozco, poco importa, estoy en Nueva York escuchando a quien fuera contrabajista de Miles Davis que por anadidura debe y tiene que generar escalofrios.

Como fuere que sea, el nombre lo senti durante anos, si hasta compre la coleccion del sello permitida a Bobby Flores, una seleccion para locales, introductoria, elegante, pacificamente seductora, asi fue como le conoci al sello.

Hubiera querido continuar con cierta secuencia, narrar el primer encuentro con mi Host, hacer de esto cierta cronologia logica, pero no tiene sentido, las capas envoltorias solas se caen sobre si.  Puedo saltera parrafos y jugar la rayuela por unos minutos, total nadie se va a dar cuenta.

Dos o tres fotos y el salon pidiendo por autografos.  Los tuve en la mesa, a ambos, siendo dos tipos sencillos mucho mas de lo esperado.  Una foto con el y otra con quien todavia no es leyenda.  Esa predisposicion que tienen, la soltura para contraer todo ego y terminar entregando direccion de mail y telefono, no Ron, su guitarrista, nombre diluido por la cerveza y el vodka, igualmente conocido pero ausente en mi memoria.

Lo que vamos a tocar ahora es tan arbitrario como el quince de abril, so we dedicate it to april 15th y sin mas premura comenzaron su cuarto tema.

Manjar de dioses, cena opipara y vuelo salvaje para una  noche de recuerdo, azul en la nota y cierta melancolia  borrada por sus sonrisas.  Solo son dos tipos mas haciendo lo que les gusta, tanto que no poca envidia generar.  Dos mas que se acercan y agradecen, sueltan y retraen, comienzan y entretienen, ordinanirios hasta el fin porque no se permitirian ser de otra manera.
I mean Ron Carter you know, uau, he is the man, dijo el guitarrista y se alejo en direccion al camerino.

Una vez mas, dejame sentirlo una vez mas que estoy aqui sintiendo en ese club, perplejo, las armonias de la historia del jazz.

Chapatin.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La primera vez que vi un video de Coltrane casi me pongo a llorar. Ok, Ron Carter no es Coltrane, es cierto. Pero en persona y de visitante...
Imagino lo bien que habrá estado ese momento.
Saludos.

Anónimo dijo...

Que guacho Santi!tenés la habilidad de hacer sentir que estamos todos sentados en la misma mesa!besito
Adri