miércoles, 16 de abril de 2008

nadie es profeta en su tierra

Desconozco por completo si el refran que reza que nadie es profeta en su tierra solo adquiere valor en la Argentina o es algo que ocurre en todas partes.  De tanto en tanto, debo confesar, tengo la impresion que solo ocurre por el Rio de la Plata.  Seguramente alguno sabra corregir este dislate de sensacion y me pondra en mi lugar.

Hoy dia, entre tantas otras cosas que hice y de las cuales dare cuenta en proximas entradas, anduve dando vueltas por el Central Park, esa suerte de pulmon artificial que tienen los newyorkers para salirse de la picadora de carne que los muele todos los dias.  De solo pensar que a solo unas pocas cuadras esta Times Square donde si permaneces quieto dos segundos la gente te arrastra consigo varias cuadras, es dificil de creer estar en medio de semajante sensacion de alivio, una armonia silenciosa solo interrumpida por el rumor de la gente.

Recorde en la mitad del recorrido, porque me di el gusto de andar en una de esas bicicletas para dos personas detras del conductor que te llevan de paseo hasta donde gustes, cuanto gustes y pagando lo que sea que negocies con el guia, (solo comento que el debate por  la paga fue largo), que en una de las entradas del parque se encuentra una estatua en homenaje a San Martin.

Debo decir que las veces que he oido hablar del asunto de la estatua la supuse una  joda de mal gusto, una portenada (recuerden tambien mi falta de n y acentos con este teclado, nino, nina, cumpleano) de esas bien tipicamente nuestras.  Creo en alguna oportunidad haver confirmado la certeza del rumor y con el tambien mi sorpresa.

Le pedi al guia que me llevara hasta alli y efectivamente ahi estaba, justo en la esquina de Brodway con la sesenta y pico, en la misma entrada principal del parque, la mas concurrida si se viene desde el lado sur.  I could not believed my eyes, como dicen ellos, realmente estaba atonito por el asunto.  La contemple durante un largo rato sin poder emitir palabra hasta que pude explicarle al guia, no sin poca emocion, de quien se trataba y su importancia para la historia Argentina.

Desde ya, o no, el tipo no sabia quien era ni tampoco acerca de la envergadura historiografica de la figura, pero estaba alli, desafiante, con el caballo montado sobre un pedestal de granito, nuestro San Martin, el de todos, y fue ahi que recorde varias cosas.

Mal que nos guste o no, ojala fuere motivo de agrado, seguimos siendo reconocidos por Maradona, un taxista Sengales que viajaba junto con su hijo, omar, historia para otra entrada, en el mismo instante en que aclare mi procedencia argentina procedio a explicarle al pequeno que se trataba del pais de donde venia el tipo ese del que tanto le habia hablado, porque el nene juega soccer.

Lo mismo ocurrio hoy en mi noche despedida, en Times Square, frente al ventanal de M&M con un negro tocando el saxo como los dioses haciendo de mi espera de la gallega una delicia de momento.   Puse unas monedas en su sombrero, pense para mis adentros, que pedazo de despedida me estoy llevando.  Al terminar el tipo se me acerca, algo le digo, algo me dice y se entabla una conversacion.  Le comento mi apetencia por el jazz aun siendo amateur y el tipo comienza a repasar a todos los que consideraba grandes, y repaso los clasicos, miles, coltrane, porter, birdie, sanders, nombro un par mas y dijo, gato barbieri, y no escuche mal, claramente dijo gato barbieri.

Numerosas veces oi denostaciones por parte de la prensa  y de la inteligentzia jazzera para con Barbieri, he oido y leido de todo al respecto, pocas veces halagos serios, respetuosos, pero ese negro, ese pedazo de musico callejero lo tenia entre sus maestros.

Que decirles gente, no se que nos pasa a los argentinos, digo, y no quiero ser simplista, pero solo pretendo llevarme por cierto sentido comun que no vaya mas alla de las apreciaciones mas basicas.  En Brasil cantan a Caetano, Gilberto, Gal Costa o quien fuere de la musica popular brasilera y asisten multitudinariamente a sus conciertos, se saben las letras de buena parte y bailan de manera mas entusiasta si la musica es en portugues.  En Espana lo mismo pasa con Serrat, Sabina, Aute, Serrano y quien sea que les guste, mas o menos pop, mas o menos cantautor, y a nadie se le caen las medias si dice que le gusta la oreja de Van Gogh.

Me pregunto de que va este elitismo o lo que sea que fuere en lo que caemos que no nos permite disfrutar de nuestros artistas en plena forma, de nuestros deportistas, escritores, boxeadores o lo que fuere.  He escuchado enconadas discusiones de gente muy intelectual, entre comillas, que le faltan al teclado, acerca de American Idol en New York y no por eso me podian hablar menos fervorosamente de la contienda politica, racismo o lo que sea.

De verdad creo que algo no anda bien, porque todavia no vi una estatua de Don Jose del tamano y la importancia que los tipos le dieron en el lugar, uno de ellos, mas concurridos de su ciudad, y ojo que tienen monumentos y no meten a cualquiera.

Honestamente me siento desorientado, con cierta bronca por la ausencia de reconocimiento, a las cenizas o a los que aun caminan, y orgullo por el negro que con su saxo en mi ultima noche en Nueva York toco para mi dos o tres melodias del Gato Barbieri, solo porque sabia de mi procedencia y pretendia rendir homenaje a uno de sus maestros.

De quien aprendemos los  que no tenemos nada para aprender y todo para criticar?

Chapatin

martes, 15 de abril de 2008

play it again ron

Nunca fue dicho a Sam que tocara nuevamente una cancion, en realidad todo ha sido una parodia de los hermanos Marx y eso si paso a la historia.   Nunca le dije que tocara de nuevo a Ron pero el continuo como si lo hubiera hecho.

Demas esta aclarar la ignorancia de mi persona sobre su curriculum, siquiera quien fuera, pero el tipo se presento en el escenario con la paciencia y sus canas encima del bajo, contra bajo para los del sur, como un amateur mas.

He resuelto que las entradas de New York vendran randomizadas, esto es, de forma aleatoria acorde a como me vaya acordando de los eventos, que no fueron pocos. Por un breve lapso supuse la secuencia de ingresos similar a una cronologia diacronica que continuara y siguiera el cortejo de los acontecimientos.  Pues bueno, nada de eso sera.

Comenzo sonando una guitarra, suerte de banjo.  Acordes agudos, acelerados por una mano virtuosa, las mesas llenas, un plato de pasta frente a mi, una ensalada oportuna y una cerveza de buen cuerpo acompanando la ocasion.   Una suspension de ultimo momento quizo fuera casi la noche de despedida tal y como no lo habia pensado, tal y como hubiera deseado que ocurriese.  Cada uno mostrando un poco de lo suyo y abriendose la confianza sobre el paso de las posturas.

Esta pieza esta dedicada al quince de abril dijo Ron, que para entonces solo era el mas veterano del duet.   No tan grande como lo habia imaginado, ni mucho menos lujoso, la anecdota residia en mi ignominia del sitio habiendo estado unas horas antes alli, en esa misma esquina, mirando como jugaban handball y basquetball de manera cinematografica.

La nota azul, triste, del cielo, gerundio de una sonrisa permanente sacada a empujones por los ejecutantes de una performance maravillosa.  Distraidos de todo ruido, las meseras delante, el tropezon del pendejo, los compases siguieron su curso sin necesidad de miradas.  Eso fue lo que mas me impacto, la ausencia de marchas entre ambos, sin senales, sin espejos, solo el sonido y no mas.

Blue Note para quien no lo conozca, el sitio de jazz mas reconocido del York, la gran esfera rodando entre lentejuelas espejadas mostrando un neon con las torres gemelas, estetica de los ochenta acabada por un presentador no menos cliche, acaso importa, ladies and gentleman, estaba ahi, no se si soy claro, el tipo del contra bajo toco con Miles Davis, con Miles, solo por decirlo me da escalofrios.

Toda la escucha de Boby en mi etapa adolescente se me vino encima sin precipitar ruina alguna, todo lo contrario, solo quise terminar el plato para no ser irrespetuoso y procurar seguir con la mirada el movimiento de sus dedos, los de ambos, el del clasico y contemporaneo, el mas joven rindiendo pleitesia junto a el, Ron Carter.  Si realmente lo conozco, poco importa, estoy en Nueva York escuchando a quien fuera contrabajista de Miles Davis que por anadidura debe y tiene que generar escalofrios.

Como fuere que sea, el nombre lo senti durante anos, si hasta compre la coleccion del sello permitida a Bobby Flores, una seleccion para locales, introductoria, elegante, pacificamente seductora, asi fue como le conoci al sello.

Hubiera querido continuar con cierta secuencia, narrar el primer encuentro con mi Host, hacer de esto cierta cronologia logica, pero no tiene sentido, las capas envoltorias solas se caen sobre si.  Puedo saltera parrafos y jugar la rayuela por unos minutos, total nadie se va a dar cuenta.

Dos o tres fotos y el salon pidiendo por autografos.  Los tuve en la mesa, a ambos, siendo dos tipos sencillos mucho mas de lo esperado.  Una foto con el y otra con quien todavia no es leyenda.  Esa predisposicion que tienen, la soltura para contraer todo ego y terminar entregando direccion de mail y telefono, no Ron, su guitarrista, nombre diluido por la cerveza y el vodka, igualmente conocido pero ausente en mi memoria.

Lo que vamos a tocar ahora es tan arbitrario como el quince de abril, so we dedicate it to april 15th y sin mas premura comenzaron su cuarto tema.

Manjar de dioses, cena opipara y vuelo salvaje para una  noche de recuerdo, azul en la nota y cierta melancolia  borrada por sus sonrisas.  Solo son dos tipos mas haciendo lo que les gusta, tanto que no poca envidia generar.  Dos mas que se acercan y agradecen, sueltan y retraen, comienzan y entretienen, ordinanirios hasta el fin porque no se permitirian ser de otra manera.
I mean Ron Carter you know, uau, he is the man, dijo el guitarrista y se alejo en direccion al camerino.

Una vez mas, dejame sentirlo una vez mas que estoy aqui sintiendo en ese club, perplejo, las armonias de la historia del jazz.

Chapatin.


lunes, 14 de abril de 2008

aterrizando en el aire


Que no Juanma, nunca he estado en esta ciudad, le dije al gallego cuando me pregunto por mi visita New York.

La vista desde al ventana del Bus hasta Grand Central se hacia difusa en medio de paisajes verdes que no se condecian con la expetactiva citatadina.  La espera duro lo que un bostezo porque al segundo comence a ver las explicaciones arquitectonicas de mi companero, buen conocedor de la ciudad, comentandome que estabamos en las  afueras, que la coas no era muy distinta a lo que podia ver cuando lleagaba a Barcelona o Madrid.

Eso que esta ahi es Brooklin, la parte baja y no querrras perderte de noche sin saber a donde vas que a un par de amigos los llevaron de cachondeo y volvieron con la cara rota.

Comenzo el tunel, inicio la emocion de saber que del otro lado ya seria Manhattan.  My man, Daniel me prometio una view incomparable y me dejo sentarme a su lado para filmar la entrada en el midtown por una calle que todavia no recuerdo el nombre.

Ladies and Gentleman we are stoping in Grand Central dijo el negro al tiempo que ofrecio no ofenderse si alguien queria extenderle una propina por el paseo.

Con un pie en la vereda me alcanzaron a contar que alli se habia filmado la famosa escena de los intocables donde Kevin Kostner detiene al carrito con el bebe dentro mientras que Andy Garcia le apunta a los secuaces de Capone para entrarles de a uno en un par de tiros.

De verdad me estas diciendo que ahi se filmo la escena de los intocables, le pregunte al gallego y su confirmacion fue testigo escepcional de mi sorpresa emotiva.  Estaba pisando una ciudad que ya habia visto mil veces en docientas peliculas distintas.  Esperaba ver a Kurt Russell rescatandome de un futuro desdichado, a Mia Farrow reir bajo la direccion de Allen, A De Niro de la mano de alguna mulata que segun dicen son sus preferencias o bien algun skinhead que me recordara su actuacion en taxi driver.

Estaban ahi carajo, estaban ahi, cientos de taxis amarillos, como los de las peliculas, la mia, la de mi cabeza, y no alcance a terminar de emocionarme y agradecer a Juan Manuel por sus explicaciones que ya me estaba avisando, debo continuar hacia arriba, vos vas hacia el otro lado, no ten conviene tomar un taxi, aunque lo haras y valdra la pena, pero estas a no mas de diez cuadras de la 36 y la 1 y asi lo hice.

Parti batiendo las  palmas, dejando a un lado la valija y sentandome a ver el espectaculo de rascacielos sobre la 3.

Recorde un pasado que nunca existio o que fue tantas veces como repeticiones le escuche a Sinatra dedicarle himnos a la ciudad en la que ya divisaba el Umpire State.

chapatin

melvin maravilla

Como que no puedo viajar, como que mi vuelo ya se ha ido?

Solo pensaba que a partir de ese momento, al llegar a Nueva York, cualquiera que fuese la hora, tendria que destinar buena parte del sabado a comprar la ropa perdida entre medio de la confusion de vuelos y putear hasta sacar el enfado del medio.

Ya no puedes hacer nada Santiago, dejame ver si te puedo colocar en el proximo vuelo, el de las nueve treinta, dejame ver si puedes coger este,  me dijo Melvin en el desk de Delta cuando le mostre confiado mi tarjeta de embarque para viajar a la gran manzana.  Lo mas tetrico del asunto es que el vuelo le figuraba lleno y la posibilidad de colocacion era altamente improbable.

Analice cada granito de de los pasillos del aeropuerto, recibi el mensaje de Jennifer diciendome que estaba poisong del estomago y me estrujaba la frente con la mano trantando de  sacar alguna idea que mejorara la situacion por la cual el avion que debia tomar a  las 7.40, por culpa de una mala informacion, paso sobre mis narices sin que nadie anunciara mi falta y debia esperar para ver si me colocaban dentro como pasajero de ultimo momento.

Por la maleta no te preocupes que la recoges apenas llegas, me decia Melvin al tiempo que registraba una y otra vez el vuelo para terminar poniendome septimo en la lista de espera, la espera de los que se tiran el lance de ingresar a cambio de los que no llegan.

Esa mezcla de acentos centroamericanos en el Front desk y la repeticion de mi primer nombre lograron calmar mi animos un tanto, y el otro se hizo solo a medida que ingresaban los que esperaban antes que yo por un lugar en la loteria.

El count down de los erraticos duro unos veinte minutos, tiempo en el que me sobro para insultar a la decendencia entera del hijo de puta que me asesoro incorrectamente, de la misma forma que agravie a mi propia conciencia por no seguir al itinerario tal cual y como estaba escrito, salida a Nueva York, 7.40 de la manana.

Welcome to Delta airlines, me dijeron y me ubicaron en la tercer fila junto a un espanol con el que hablamos el viaje entero y de quien me tome unos cuantos consejos para concretar apenas pisara la tierra de Auster.

Tienes que recoger las maletas en el tercer cuerpo del aeropuerto, el claiming laugage area esta alli y si no tienes suerte preguntas en el mostrador.

Los pasillos se me hicieron eternos y recorde lo que era correr con el pie esguinzado a fuerza de ansiedad indumentaria por visualizar las cintas violetas atadas a la manija de la maleta para distinguirlas de cualquier confusion.

Algo asi como ver a Sharon Stone esperando sentada sobre ella fue la excitacion que tuve al
divisar a mi valija tal y donde me habia dicho Melvin que estaria.  Me tire sobre ella, grite y levante los brazos como quien convierte en la copa frente a los ingleses.

La literalidad de las palabras con acento cubano, venezolano, boricua agradecieron mi felicidad en ausencia de esa sonrisa con la que me despidio Melvin diciendo, chico estate tranquilo que nomas tienes que esperar un poco y las tragedias en esta vida pasan por otro lado. 

chapatin

Atlanta cronica tv

Son geniales, los tipos son geniales.

Sentado, a la espera del anuncio de partida del vuelo, la pantalla plasma del sector me entregó una de las escenas mas folclóricas del espíritu hágalo usted mismo e invéntese un servicio donde no lo había.

Cómodamente apoyado sobre la cuerina del sillón me entregué a las imágenes que entregaba un generoso plasma. Entre imágenes y somnolencia alcanzo a distinguir una figura renegrida que capturó mi atención rápidamente. Un combo bizarro por demás invitándome a hacer foco sobre la pantalla. De lado a lado se paseaba una suerte de Pit Bull, sin la gracia de la cancion de Kusturika en Gato negro Gato Blanco, arrastrando una bolsa de residuos color negra colgando de sus mandíbulas.

Me incorporé rápidamente para saber si lo que observaba se correspondía con la realidad o era solo una ilusión fruto del cansancio provocado por las horas de espera. Cuando concentro mi mirada para poder comprender de que se trataba el asunto alcanzo a ver junto a la mascota al clon de Mike Tyson acompañando al bicho con cierto aire de orgullo peculiar.

Historias parrilla que les llaman, relleno a falta de noticias mas jugosas o parte del plan de entretenimientos del aeropuerto, la imagen se sucedía a ritmo de cortometraje documentada por un cronista tan interesado en el asunto como por el final del calentamiento global en el mundo.

El hombre tamaño mobiliario de teatro no solo se paseaba junto al can sino también a su hijo, quién parecía correr para alcanzarle. Mi desconcierto era mayúsculo sobre todo por la falta de palabras que aclararan la situación y narraran con mas detalle la forma en que la bolsa de residuos había ido a parar a las fauces del cuadrúpedo mientras su dueño le seguía los pasos auditando la operación. La duda duró lo que tardó la gente de la cadena en pegar la leyenda aclaratoria de la situación bajo la imagen.

De no ser por la estética muy Cnn guardada por la televisación hubiera jurado sin mayores dudas que la nota ya la había visto en Cronica tv algun tiempo atrás, el canal de noticias mas amarillo, bizarro y genial de la Argentina, con las placas mas hilarantes que a uno se le puedan ocurrir al momento de anunciar en tono de urgencia la aparición de un gato en la copa de un árbol, la aparición de enanos de jardín en algún poblado y todo cuanto puedan imaginar para quienes no lo conocen.

Trained to pick up the garbage, rezaba el copete de la noticia, y no pude contener mucho mas una carcajada presta a salir mucho antes, un espasmo de risas en medio un salón sorprendido por mi reacción mas preocupado por la demorada salida a New York que lo que por cuentos habituales para sus retinas.

Para comprender mejor lo entregado por la Tv, el morocho de dos metros de altura y otro tanto de espalda, entre todas las cosas que podía haberle enseñado al perro, no tuvo mejor idea que entrenarlo para que le sacara la basura cada mañana, y lo mas cómico del asunto es que luego del gesto cívico del animal, este se llevaba por premio un bistec que ocupaba media palma del gigante quien festejaba la faena del animal como quien encesta un doble en el ultimo segundo de una final mundial de basket.

Y como te sientes al respecto, le preguntaba la cronista al mastodonte, has sido tu el que le ha ensenado esa tarea? Well, you see, ha sido una ardua tarea de adiestramiento pero como puedes ver, hoy da toda la familia disfruta de ello, ya no tenemos que hacer tareas desagradables, ya no lo hacemos nosotros, ahora se encarga el, decía el mereno mientras le acariciaba la cabeza a la mascota.

Será que el próximo assignment para el perro, en tren de dispensar a la madre de otras actividades, le entrenarán para lamerle las nalgas al bebe cada vez que este se encucie?

Only in Americaaa.

Chapatin

Extras del vuelo

Sometido por las exigencias de quienes pidieron que las publicaciones no fueran demasiado extensas resolví no mezclar un par de apostillas muy singulares acontecidas a lo largo del vuelo. Como podrán ver, estos considerandos están dedicados al registro de vuestras necesidades en desmedro de mis impulsos por transcribir extensas tribulaciones de difícil lectura.

Probablemente mezclar a Marta, la azafata, Emilio, el comisario de a bordo y a Elvira, mi vecina de asiento, hubiera tenido poco que ver con mis problemas de sueño.

De todas las veces que me levante del asiento, un largo estadío estuvo destinado a colaborar con Elvira, así he resuelto llamar a la uruguaya septagenaria que consiguió perder un anillo del dedo mayor en medio del vuelo y cuyos intentos por encontrarlo sin moverse del asiento lograron situar a su cadera en situación de riesgo en cada ocasión que giraba sobre si misma para observar la alfombra del pasillo y tratar de divisar algo.

La partida de expedicionarios que nos lanzamos a la búsqueda de la joya perdida estuvo conformada por tres personas: un gringo sentado detrás de ella, quien escribe y una amiga suya sentada junto a la ventana. Se imaginarán el grado de colaboración que esta última podía prestar esta ultima siendo un poco mayor que la primera.

Efectivamente lo de su amiga no podemos decir que fuera ni operativo ni funcional al objetivo, pero no por ineficaz resulto menos cómico por cuanto era quien dirigía las acciones de la búsqueda, o al menos pretendía hacerlo. Vos estas segura Elvira, como puede ser que lo hayas perdido, en serio lo decis, y continuaba con un rezo de preguntas sin sentido ante la evidencia de la falta.

En algún punto su inquietud no era descabellada, por caso, mi compañero de búsqueda y yo nos preguntábamos con la mirada como carajo había conseguido la vieja perder el anillo en medio del vuelo, de no ser que tuviera una un parkinson virulento que provocara una agitación corporal como para facilitar el desplazamiento de la sortija hacia dios sabe donde.

Lo mas cómico de toda la situación fue ver a Elvira dialogando a voz batiente, prácticamente gritando, con otra compañera de tropelía, ubicada en el primer cuerpo de asientos, es decir, con todos los del medio haciendo de nexo humano entre ellas y atendiendo, pacientes todavía, a su escandalosa tertulia.

La colaboración de Elvira en la pesquisa resultó ser una gran puesta en escena, una dolorosa sucesión de indicaciones vacías de coherencia y cargadas de pesadez, tan intensas como el volumen de sus gritos. Lo perdí, te digo que lo perdí, le repetía a su amiga al tiempo que nos solicitaba suspender la búsqueda. No se preocupen, de todas maneras no era importante, si logramos encontrarlo cuando aterrice el avión bien, si no importa, y odié la utilización de ese plural cómplice.

El gringo me pidió traducción simultánea, la cuál procuré matizar para no quedar prendido de una comprensible reacción de ira para con el mensajero, well, she thinks….she says….she will check it out as soon as we arrive to Atlanta , she is saying thank to us, y le dibujé un agradecimiento jamás ocurrido como para calmar y prevenir cualquier tipo de desentendido cultural.

Mientras todo esto sucedía, Emilio, la diva de bodeville, nuestro comisario de a bordo, se acercó a preguntar si estaba todo bien, particularmente a mi. Su amplia sonrisa y su mirada pícara poco me conmovieron a pesar de los insistentes intentos, probablemente porque estaría lo suficientemente enfadado y drogado como para leer el sinnúmero de figuras compuestas por el tipo al mejor estilo village people.

Capitulo aparte merecería ese monumento al empleado municipal, encarnado por la azafata, que se paseaba ofreciendo el plato de cena. Pasta o chicken, preguntó varias veces con un marcado acento sureño, tan bien escenificado en las películas de los hermanos Cohen, sugiero vean Fargo o No country for old men.

Con el pelo teñido, raíces renegridas fruto de la decoloración acelerada, su exceso de lápiz labial mas propio de cabaret barato, todo posible imaginario, toda posible fantasía erótica acerca de exuberantes y sensuales azafatas de cabellera al viento y mirada Lancome se esfumaron al verla partir hacia el fondo del avión para buscar para buscar mas platos de pasta, ocupando con su trasero la totalidad del pasillo. Su meneo paquidérmico obnubiló mi vista dejándome devastado y sin ganas de mas. Pasta or not? me pregunto con cara de hinchada las pelotas por el fracaso masivo del fried chicken.

El plato llegó a con velocidad de frisbee impactando en la bandeja retráctil, ahora decime, ¿que culpa tengo yo que hayan diseñando el menú de vuelo como el culo?

chapatin

delta 910, en vuelo

Have you seen, there is no problem me dijo el tipo al verme regresar con las bolsas del duty free luego de presentarme con cara de preocupación por la ausencia de las mismas. ¡Is it wine? , cause argentinian wine is excelent, comentó el tipo y concluyó no sin previa acerca de los perjuicios que podría llegar a tener si al arribar a Atlanta no metía todo lo comprado dentro en la maleta unless you want customs take everithing away from you.

El primer welcome me lo extendió una rubia cuyo nombre no recuerdo Todavía tenia repicando en la cabeza las palabras del gordo: me parece que estas muy abrigado, argumento que di por valido desde el mismo instante del check in cuando tuve que revisar no menos de seis o siete bolsillos para encontrar el pasaporte, los del pantalón, el saco, el buzo, un verdadero dislate.

El asistente de Delta, una vez pesada la valija me dijo, tiene cinco kilos demás, a lo que respondí con una mirada impertérrita y cierto desden. A fin de cuentas no era nada que no se pudiera solucionar aprendiéndome su nombre de pila y apelando al mismo en plan de sugerir intimidad inexistente entre su persona y la mía. Sabés que pasa Luciano, voy a España y llevo ropa para la gente que vive allá, vos me entendés, si claro, no te hagas problema, yo también tengo parientes viviendo fuera del país.

El buena vista social club por el que me toco desfilar a través de la primeras hileras de asientos, que para los que viajamos en economy son esas confortables poltronas de primera o business, van conformando notaciones que no vas a poder hacer: dormir tranquilo, cómodo y con plato decente al momento de crujir el estomago.

No voy a negar que la pasta no fuera decente, y si por caso la sensación que dejo es de queja, despejemos dudas, en lo mas mínimo, pero a las cosas por su nombre si para muestra basta un botón, no pude evitar reír observando al matrimonio sentado junto a mi, en el que la mujer confortaba al marido por los desgraciados capelettis que le habían tocado en suerte.

Tan cierta es la gratitud que tengo por mi posibilidad de cruzar la frontera como verídico el descreimiento sentido por cualquier aseveración relativa a la publicitada comodidad pasible de ser experimentada durante el vuelo.

Sencillamente no hay forma, es un suplicio para el cuerpo, un entrenamiento acelerado de contorsión corporal. Y quiero dejar en claro que siento profunda envidia por los durmientes, esos tipos capaces de conciliar adoptando las fisonomías mas diversas. Simplemente no se como lo hacen y juro que lo he intentado todo.

Le consulte a la azafata si ofrecían vino con la cena, y me extendió una pequeña botella de dudosa procedencia, probablemente similar a la de la estafa perpetrada por la mafia italiana, si no se han enterado, busque porque es genial.

Es la mía, me dije al servirme el vino, esto y el clonazepam dosificado de forma adecuada me tienen que tumbar sin mayores miramientos. Cuatro horas mas tarde estaba en el fondo del avión junto al comisario y la aeromoza realizando ejercicios de estiramiento para evitar una embolia cerebral que de todas maneras ya padecía como efecto del combo alcohol y psicofármacos. Digamos que la consecuencia química inversa a la percibida por un amigo en una noche catalana, cuando estando por terminar el horario de la disco, a poco de que esto sucediera, se coló una pastilla sin saber que en momentos mas había de ser expulsado. Para cuando le avisaron de la tragedia le suplicó al barman: no me pueden hacer esto, tengo las muelas como dos castañuelas, y se fue a rebotar por todos los edificios a lo largo de la rambla Catalunya.

Lo mio era el absoluto opuesto, un mutante sin rumbo ni memoria caminando entre doscientos hijos de puta puestos a dormir nomás para fastidiarme. No me jodan, en serio, no es posible dormir en el avión, sencillamente no se puede.

Your attention please, fasten your seat belts, come on folks, todavía no hemos detenido el avión, no hemos arribado por completo (me pregunto como será hacerlo a medias).

No ves que no tengo suerte y solo yo soy el único boludo que consiguió dormirse cuarenta minutos antes del aterrizaje luego de volar diez horas.

De verdad les digo, soy y seré un eterno agradecido por poder tomarme las vacaciones de las que estoy disfrutando, pero no me digan que esto de volar es cómodo.

Chapatin