lunes, 14 de abril de 2008

melvin maravilla

Como que no puedo viajar, como que mi vuelo ya se ha ido?

Solo pensaba que a partir de ese momento, al llegar a Nueva York, cualquiera que fuese la hora, tendria que destinar buena parte del sabado a comprar la ropa perdida entre medio de la confusion de vuelos y putear hasta sacar el enfado del medio.

Ya no puedes hacer nada Santiago, dejame ver si te puedo colocar en el proximo vuelo, el de las nueve treinta, dejame ver si puedes coger este,  me dijo Melvin en el desk de Delta cuando le mostre confiado mi tarjeta de embarque para viajar a la gran manzana.  Lo mas tetrico del asunto es que el vuelo le figuraba lleno y la posibilidad de colocacion era altamente improbable.

Analice cada granito de de los pasillos del aeropuerto, recibi el mensaje de Jennifer diciendome que estaba poisong del estomago y me estrujaba la frente con la mano trantando de  sacar alguna idea que mejorara la situacion por la cual el avion que debia tomar a  las 7.40, por culpa de una mala informacion, paso sobre mis narices sin que nadie anunciara mi falta y debia esperar para ver si me colocaban dentro como pasajero de ultimo momento.

Por la maleta no te preocupes que la recoges apenas llegas, me decia Melvin al tiempo que registraba una y otra vez el vuelo para terminar poniendome septimo en la lista de espera, la espera de los que se tiran el lance de ingresar a cambio de los que no llegan.

Esa mezcla de acentos centroamericanos en el Front desk y la repeticion de mi primer nombre lograron calmar mi animos un tanto, y el otro se hizo solo a medida que ingresaban los que esperaban antes que yo por un lugar en la loteria.

El count down de los erraticos duro unos veinte minutos, tiempo en el que me sobro para insultar a la decendencia entera del hijo de puta que me asesoro incorrectamente, de la misma forma que agravie a mi propia conciencia por no seguir al itinerario tal cual y como estaba escrito, salida a Nueva York, 7.40 de la manana.

Welcome to Delta airlines, me dijeron y me ubicaron en la tercer fila junto a un espanol con el que hablamos el viaje entero y de quien me tome unos cuantos consejos para concretar apenas pisara la tierra de Auster.

Tienes que recoger las maletas en el tercer cuerpo del aeropuerto, el claiming laugage area esta alli y si no tienes suerte preguntas en el mostrador.

Los pasillos se me hicieron eternos y recorde lo que era correr con el pie esguinzado a fuerza de ansiedad indumentaria por visualizar las cintas violetas atadas a la manija de la maleta para distinguirlas de cualquier confusion.

Algo asi como ver a Sharon Stone esperando sentada sobre ella fue la excitacion que tuve al
divisar a mi valija tal y donde me habia dicho Melvin que estaria.  Me tire sobre ella, grite y levante los brazos como quien convierte en la copa frente a los ingleses.

La literalidad de las palabras con acento cubano, venezolano, boricua agradecieron mi felicidad en ausencia de esa sonrisa con la que me despidio Melvin diciendo, chico estate tranquilo que nomas tienes que esperar un poco y las tragedias en esta vida pasan por otro lado. 

chapatin

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cualquier contratiempo suena mejor que el humo que invade los cerebros de nosotros, tus amigos sureños!
Adri