lunes, 14 de abril de 2008

aterrizando en el aire


Que no Juanma, nunca he estado en esta ciudad, le dije al gallego cuando me pregunto por mi visita New York.

La vista desde al ventana del Bus hasta Grand Central se hacia difusa en medio de paisajes verdes que no se condecian con la expetactiva citatadina.  La espera duro lo que un bostezo porque al segundo comence a ver las explicaciones arquitectonicas de mi companero, buen conocedor de la ciudad, comentandome que estabamos en las  afueras, que la coas no era muy distinta a lo que podia ver cuando lleagaba a Barcelona o Madrid.

Eso que esta ahi es Brooklin, la parte baja y no querrras perderte de noche sin saber a donde vas que a un par de amigos los llevaron de cachondeo y volvieron con la cara rota.

Comenzo el tunel, inicio la emocion de saber que del otro lado ya seria Manhattan.  My man, Daniel me prometio una view incomparable y me dejo sentarme a su lado para filmar la entrada en el midtown por una calle que todavia no recuerdo el nombre.

Ladies and Gentleman we are stoping in Grand Central dijo el negro al tiempo que ofrecio no ofenderse si alguien queria extenderle una propina por el paseo.

Con un pie en la vereda me alcanzaron a contar que alli se habia filmado la famosa escena de los intocables donde Kevin Kostner detiene al carrito con el bebe dentro mientras que Andy Garcia le apunta a los secuaces de Capone para entrarles de a uno en un par de tiros.

De verdad me estas diciendo que ahi se filmo la escena de los intocables, le pregunte al gallego y su confirmacion fue testigo escepcional de mi sorpresa emotiva.  Estaba pisando una ciudad que ya habia visto mil veces en docientas peliculas distintas.  Esperaba ver a Kurt Russell rescatandome de un futuro desdichado, a Mia Farrow reir bajo la direccion de Allen, A De Niro de la mano de alguna mulata que segun dicen son sus preferencias o bien algun skinhead que me recordara su actuacion en taxi driver.

Estaban ahi carajo, estaban ahi, cientos de taxis amarillos, como los de las peliculas, la mia, la de mi cabeza, y no alcance a terminar de emocionarme y agradecer a Juan Manuel por sus explicaciones que ya me estaba avisando, debo continuar hacia arriba, vos vas hacia el otro lado, no ten conviene tomar un taxi, aunque lo haras y valdra la pena, pero estas a no mas de diez cuadras de la 36 y la 1 y asi lo hice.

Parti batiendo las  palmas, dejando a un lado la valija y sentandome a ver el espectaculo de rascacielos sobre la 3.

Recorde un pasado que nunca existio o que fue tantas veces como repeticiones le escuche a Sinatra dedicarle himnos a la ciudad en la que ya divisaba el Umpire State.

chapatin

1 comentario:

Jóse dijo...

Eh! muy bueno todo!
más crónicas para la muchachada!